Un cheater va a ver esto y se le va a zafar un tornillo.
Desde que los FPS son el género más consumido en la industria es habitual escuchar que juegos como Battlefield y Call of Duty constantemente acumulan usuarios, pero con ese éxito vienen también varios problemas, siendo el más común la gente que altera el juego mediante cheats descarados. Una molestia más bien del día a día en miles de millones de partidas, pero que sin duda alguna arruina la experiencia y les quita buena parte de su atractivo para casuales y pros, y que Activision lleva ratos combatiendo con todo tipo de artimañas.
La principal clave de la estrategia del estudio contra los cheaters es simple y efectiva: Fastidiarlos e incluso hacerles pasar ridículo. Tanto, que no conformes con hacer invisibles a quienes juegan limpio, mediante un post de blog reciente dieron a conocer su siguiente ocurrencia de cara al problema y es una que probablemente termine en muchos teclados volando por las ventanas… sino es que consolas, PCs enteras y hasta sillas gamer.
El siguiente paso en el plan, de acuerdo al último reporte de Ricochet Anticheat, consiste básicamente en hacer de los cheaters unos muñecos de tiro al blanco, ya que si se detectan alteraciones en el software el sistema les quitará de golpe todo su armamento y ni siquiera podrán usar los puños, poniéndoles una buena cantidad de kills en bandeja de plata a los jugadores legales.
La nueva medida es algo para el futuro más o menos inmediato y se suma a otra que sí es de reciente implementación como es el Damage Shield, que si bien no es algo tan extremo como lo que viene, sí es para que te lo pienses mucho antes de hacer trampa. A grandes rasgos se trata de que los tramposos no hacen ni cosquillas a sus oponentes, ya que si se detectan alteraciones, sus disparos son nerfeados en tiempo real.
Es posible que Microsoft no haya terminado todavía la negociación por Activision Blizzard, pero en cosas como esta empieza a notarse la influencia de Phil Spencer y compañía, que la verdad permite tener expectativas optimistas sobre el futuro de las IPs de estos estudios.